Como Tromba

Era matar o morir. Y sí, matamos…

Pero no matamos como otras veces. Esto fue especial. Esto fue huevo y garra pura. Esto fue dejar la vida en la cancha. Pero la vida po weon...Esto fue sencillamente histórico.

Últimas instancias del campeonato, de cara a las semifinales. La Noite al frente. Punteros, pero a sólo 1 punto. 4-1 en contra decían los precedentes. Cadetes de la católica y rusios pintosos con apellido italiano. Mal panorama. No se lo encargábamos a nadie.

Schwager saltó a la cancha con todo eso en mente, pero sabiendo que el partido tenía que ganarse como fuera. Había que matarse, peliar hasta el último segundo, hasta que el profe liquidara todo. Nicogol cubría bajo los tres palos a nuestros 3 arqueros ausentes, mientras el quinteto titular habitual se reunía en el medio para intercambiar palabras finales de aliento antes de que la redondita cobrara vida.

"¡Vamos Schwager weon!" y comenzaban a correr los corazones. La Noite mostraba inseguridad y Schwager se crecía. Ya no se veía tanto el tiki taka de los cadetes que terminó por fulminarnos el encuentro anterior, sino una dependencia casi absoluta de sólo dos jugadores.

Schwager llegaba con claridad, ponía la pausa, buscaba en profundidad y orgullosamente jugaba de par a par, pero no lograba inflar la red. El desgaste físico y el sol veraniego pasaban la cuenta, mientras el primer tiempo advertía un final sin goles que por poco se concreta. Y digo por poco ya que en una encarada adornada por 17 rebotes, La Noite a puro oficio le ponía cifras al marcador.

Durante el descanso se notaba la frustración y la impotencia, pero las almas schwagerinas encabezadas por el capitán daban ánimo, remarcando el hecho de que el partido era más que ganable, que había que seguir intentando. Y con esa disposición salimos a encarar la segunda mitad, entre gritos alentadores y miradas esperanzadoras.

Pero en este párrafo es cuando se le chupa el pico al Ian y no hace falta previa para relatar el gol. Recibe solo a 20 metros y PAFF. Zapatazo que se metió al ángulo y nada que hacer. Todos la veían negra, como las tulas que le gustan a Sali, y las caras atónitas de Schwager lo decían todo.

Lo que ocurrió después fue sólo posible gracias a que Schwager tiene los huevos más grandes que cualquier equipo de la liga70. Sudando garra y con el grito de gol preparado en la garganta, Schwager se fue por el todo. Una habilitación que encontró solo a Reta frente al arco fue el primer aviso. 2-1 que daba aire, que ponía emoción y suspenso.

Sali abandonó exhausto y le cedió el lugar a Vicho que entró con un cohete en la raja y cinco pulmones porque se corrió la vida en el medio. Nacho y Pollo impenetrables cooperaban también en el ataque. Los jugadores schwagerinos se multiplicaban en la cancha, hasta que otra habilitación encontró a un desbordado Vicho que ponía las cosas 2-2 explotando la algarabía.

Más cambios evidenciaban el esfuerzo titánico del equipo. A la Noite se le venía la tromba encima pero aún así no se acomplejaban y seguían tocando y llegando con peligro. Pero esta historia ya estaba escrita. Schwager lo daba vuelta y se iba con la victoria. Sali entró de nuevo, más renovado que nunca, recibe tras una jugada colectiva y cantálo, gritálo no más. Termínelo profe, que ya está todo dicho.

Jugador Brahma: Entró a dejarlo todo, aguantó, corrió, hasta se barrió. Metió el gol que nos dio los tres puntos y respondió cuando había que hacerlo. Sali se lo lleva por default, por afano, aunque todos jugamos como nunca. Partidazo del equipo entero, hasta de los que lamentablemente no jugaron. Un aplauso por el huevo y el aguante.

No cantemos victoria todavía. Quedan dos partidos y hay que ganarlos sí o sí. VAMOS SCHWAGER MIERDA!

PD: Golazo del Ian.